martes, 5 de agosto de 2008

Contra la ley la evaluación de la Autopista Lerma-Tres Marías




Una simulación y contra la ley la evaluación de la Autopista Lerma-Tres Marías
La aprobación para construir la Autopista Lerma- Tres Marías (AL3M), otorgada el 28 de julio pasado, violó la ley desde un inicio, el proceso de evaluación de impacto ambiental fue una simulación y fue excluyente ya que no tomó en cuenta las opiniones de quienes se oponen a su construcción.

Además de que las medidas de mitigación establecidas son completamente insuficientes, a pesar de lo que afirma la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

“Aun cuando Fernando Carbonell, coordinador general de Comunicación Social de Semarnat, quiera desconocer la importancia estratégica del Gran Bosque de Agua (GBA), la cual fue reconocida por el presidente Felipe Calderón, es evidente que la construcción de esta autopista pone en riesgo esta región que abastece de agua a la zona centro del país. Resulta incomprensible que la Semarnat apruebe la construcción de una autopista que atraviesa dos Áreas Naturales Protegidas de carácter federal que fueron creadas con el propósito de conservar los ecosistemas que ahí se encuentran”, explicó Héctor Magallón, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace.

Al jactarse de que las medidas de mitigación impuestas a este proyecto son de las más estrictas establecidas hasta hoy en México, la Semarnat reconoce tácitamente el grave daño que generará esa vía sobre la región.

No obstante, en el resolutivo no se contemplan acciones reales para impedir el crecimiento urbano que se desatará por su construcción. Lo único que argumenta la Secretaría es que al estar confinada la autopista se evitará la urbanización. Sin embargo, existen claras evidencias de que en autopistas confinadas, como la México - Toluca y la México - Cuernavaca, sí hay crecimiento urbano y así lo confirman los estudios científicos de instituciones tan respetables como la UNAM y la UAM- Xochimilco.

Otra medida de mitigación con la que justifican la aprobación del proyecto se refiere a los pasos diseñados para que la fauna cruce de un lado a otro de la autopista, pero no existen estudios científicos que garanticen que estos pasos sean adecuados para la fauna específica de esta región y, por lo tanto, no hay garantía de que las especies que viven en el Gran Bosque de Agua los usarán.

“Juan Elvira se ha negado constantemente a escuchar los argumentos científicos y legales por los que nos oponemos a la construcción de esta autopista. Desde el 23 de marzo pasado, los académicos, comunidades y organizaciones ambientalistas solicitamos formalmente al Secretario una reunión para exponerle nuestros motivos, pero nunca accedió. El propio Fernando Carbonell buscó una reunión con nosotros pero cuando le solicitamos que nos diera una fecha para ver al Secretario, no hubo más contactos de su parte. Sólo hasta el 17 de julio pasado, cuando la autorización por parte de la Semarnat ya era inminente, el Secretario `invitó´ exclusivamente a Cemda y a Greenpeace a platicar, cuando ambas organizaciones formamos parte de un movimiento diverso, integrado por comuneros, investigadores y organizaciones. Ante este condicionamiento, por supuesto, declinamos su oferta”, continuó Magallón.

De hecho, el pasado 22 de julio, Juan Elvira fue invitado a conocer el estudio Zonificación para la Conservación de los Bosques del Sur de la Cuenca de México, norte de la Cuenca del Balsas y sur oriente de la Cuenca del Lerma (Gran Bosque de Agua), elaborado por académicos de la UAM- Xochimilco, donde se demuestra que la zona por donde atravesará la autopista es considerada de Alto valor hidrológico. Los resultados de este estudio muestran claramente que el crecimiento urbano dentro del GBA no ha sido controlado por lo que es la mayor amenaza para estos bosques, y que las carreteras han sido el eje de la urbanización. Sin embargo, el Secretario decidió no asistir.

El 28 de mayo pasado, más de 120 organizaciones ambientalistas de México y de otros países, así como 60 académicos e investigadores mexicanos, le enviaron una carta al Secretario solicitando que cancelara este proyecto. En su respuesta, la cual llegó casi dos meses después y en la que evita el fondo del asunto, queda demostrada su actitud cerrada al diálogo ya que respondió que la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA) sólo faculta a la Semarnat a “autorizar, negar o autorizar de manera condicionada” la realización de una obra, por lo que “se encuentra legalmente imposibilitada” para “cancelar” el proyecto.

De acuerdo con el estudio de la UAM, aproximadamente el 90 por ciento de la superficie del GBA se encuentra protegido por alguna clase de decreto legal. Así mismo, la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (Conabio) lo considera una Región Terrestre Prioritaria para la Conservación. A pesar de esto y de lo contundente de los argumentos científicos, la Semarnat decidió autorizar la construcción de esta autopista.

“Si Juan Elvira y Fernando Carbonell desconocen la importancia del Gran Bosque de Agua y no pueden cumplir con su función de protegerlo, no deberían ocupar cargos dentro de esa secretaría. A pesar de que lo niegue la Semarnat, está demostrado y abalado por científicos que el GBA abastece de agua a la región centro del país y alberga el dos por ciento de las especies de flora y fauna del planeta, entre otros beneficios. Esto supera con mucho el argumento de que gracias a esta carretera dejarán de circular cinco mil vehículos por la Ciudad de México. Además para conseguir esto existen opciones como la Autopista Siglo XXI que tendría un menor impacto ambiental y serviría igual para comunicar el Estado de México y Morelos”, explicó Magallón.

Greenpeace insistió en que utilizará todas las vías legales a su alcance para impedir la construcción de este proyecto carretero que pone en riesgo la zona forestal más importante en el centro del país.

Irregularidades en el proceso de evaluación de la Autopista Lerma Tres Marías
14 de diciembre de 2007.- El proyecto fue presentado por medio de dos Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA), una para el Estado de México y otra para el de Morelos, cuando se trata de una sola carretera y la ley obliga a que todos los proyectos se analicen de manera integral. Lo que llevó a dos procesos de evaluación distintos. Muestra de esto es que el pasado 21 de febrero se llevó a cabo la reunión pública de información únicamente para la porción mexiquense de la autopista. Se emitieron dos resolutivos diferentes para cada una de las MIA.

20 de febrero de 2008.- Greenpeace denuncia que el secretario de medio ambiente, Juan Elvira, se manifestó a favor de la construcción de la autopista, a pesar de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental estaba en la etapa de evaluación del proyecto. No obstante, el secretario afirmó que era viable hacer esa autopista. Esto muestra claramente que la decisión de aprobar la construcción de esta carretera ya estaba tomada y que la evaluación de impacto ambiental fue sólo una simulación.

21 de febrero de 2008.- Durante la Reunión Pública de Información sobre el proyecto “Autopista Lerma- Tres Marías”, realizada en Toluca, Estado de México y es organizada por la Semarnat, se intentó excluir a las comunidades, académicos y organizaciones preocupadas por los impactos ambientales y sociales del proyecto, la convocatoria para dicha reunión no fue publicada en la Gaceta Ecológica, al menos cinco días antes de que tuviera lugar, como establece la ley. Para la porción morelense nunca se realizó una reunión similar ni se sometió a proceso de consulta pública.

Estas irregularidades constituyen violaciones a la LGEEPA y su Reglamento en Materia de Impacto Ambiental.